"Nuestro corazón está en las periferias"
¿Qué dice tu corazón?
Desarrolla la siguiente actividad en el cuaderno:
1. Responde las siguiente preguntas
- ¿Qué te transmitió la canción?
- ¿Cuál fue la frase de la canción que más te gustó?
- ¿Cómo relacionas esa frase con algo que estés viviendo?
- ¿Existe de manera personal algún miedo al cambio?
2. Comparte la canción con un ser querido y comparte cuál es su análisis o sentimiento al escuchar esta canción.
"El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada".
Papa Francisco
PRESENTACIÓN
“Nuestro corazón está en las periferias” es el título de la Reflexión Lasallista 10 (2024 – 2025) que se enmarca en la campaña global ADN Lasallista, en continuidad con la Reflexión Lasallista 9: “Y tú, ¿hacia dónde miras?” (2023 – 2024).
“Esa reflexión nos proponía ahondar sobre el significado de ‘mirar’ en el espíritu del Proyecto Levadura, enriquecido con una profunda reflexión bíblica que ilustra y enriquece el hecho de mirar y el tipo de mirada que estos tiempos nos demandan”, comentan los Hermanos Carlos Gómez, Vicario General, y Martín Digilio, Consejero General, autores de la Reflexión Lasallista 10.
“En esta saga reflexiva, nos proponemos llevar nuestra mirada al corazón y desde allí reconocer que los tiempos presentes de la historia y la realidad del Instituto nos invitan a habitar las periferias”
RESPONDE:
- ¿Qué es una periferia?
- ¿Habías escuchado de las periferias?
- ¿Sientes que desde tu fe te motiva a buscar a quienes más intensamente sufren?
- ¿Has realizado una experiencia personal de contacto con periferias?
Tema 1: ADN Lasallista
Nuestro corazón está en las periferias
1.1 Nuestra mirada desde el corazón: ¿Hacía dónde vemos?
Cuando hablamos de las periferias podríamos caer en la tentación de la representación gráfica y solo representarnos lugares alejados, fuera del alcance de los beneficios de las concentraciones humanas que tienen provistas sus necesidades de salud, trabajo, educación, recreación, servicios públicos, transporte, etcétera, e incluso, imaginar lugares remotos que suelen estar lejos de poder cubrir necesidades elementales.
Ciertamente esas son periferias, algunas de ellas muy dramáticas; pero hay otras situaciones que provocan nuevas periferias dentro de esos mismos conglomerados, que no son menos dramáticas. Por ejemplo, las causadas por la violencia de la guerra, el narcotráfico, la trata de personas, y la profunda inequidad en el reparto de bienes. Basta pensar en las ciudades de muchas partes del mundo que asisten al doloroso espectáculo de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven en sus calles, muchas veces invisibilidades, como una realidad naturalizada.
También son periferias aquellas situaciones humanas de migraciones, en pequeñas embarcaciones, en camiones de carga y en trenes, que en la marcha van perdiendo derechos, identidad, y todo tipo de certezas. Los migrantes están hoy en todas las partes del mundo en un movimiento permanente, estafados con promesas falsas, usados como mercancía, arriesgando todo por una pequeña esperanza vital en medio de signos de la muerte que se ciernen alrededor de ellos.
También son periferias las situaciones que viven los pueblos originarios postergados por las organizaciones políticas de los países modernos, con repartos de tierra que nada tiene que ver con el sustento posible de poblaciones enteras y, trasladados compulsivamente a las ciudades, donde se encuentran desprovistos de toda clase de medios para la subsistencia.
Sin embargo, estas no son las únicas periferias si nos animamos a reconocer que lo que pone al “otro” fuera del alcance de nuestra mirada lo marginaliza y lo convierte en extraño.
Igualmente sucede cuando nos centramos en las diferencias: nos atemorizan cuando, aun sin quererlo, nos sentimos amenazados por su presencia o, simplemente, no estamos dispuestos a caminar un momento en sus zapatos. Las periferias, de este modo, pueden estar a nuestro lado.
Jesús en el Evangelio nos revela en la parábola del Samaritano la actitud de quien se comporta como verdadero prójimo: es aquel que abandona su camino, va al encuentro del que está caído, cuida de su vida, proporciona los medios para asistirlo en su desafortunada situación, y se hace cargo de él. Este es el sentido de la invitación del papa Francisco a vivir una Iglesia servidora de los pobres, en salida.
Reflexión Lasallista No.10
1.2 Fundamento bíblico: Lc. 10,29 ¿Y quién es mi prójimo?
Desde el 46o. Capítulo General a nivel Mundial, las Obras Lasallistas se han preguntado ¿Quién es nuestro prójimo? Sin perder de vista que dicha mirada la realizó primero Nuestro Santo Fundador, cuando viendo las necesidades de los hijos de los artesanos y de los pobres, respondió desde su fe y compromiso.
Esa misma pregunta es uno de los puntos centrales del Evangelio de Jesús, por ello, el texto de Lc. 10, 29 es fundamental. Recordando que el Joven rico cuando conversa con Jesús y le pregunta sobre quién es su prójimo, Jesús responde con la parábola del Buen Samaritano.
LECTURA:
Lc. 10, 25-37
- Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿Qué debo hacer para conseguir la vida eterna?»Jesús le dijo: «¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?»El hombre contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»Jesús le dijo: «¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.»El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: «¿Y quién es mi prójimo?»Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto.Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vió, tomó el otro lado y siguió.Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y pasó de largo.Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él.Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que él traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.»Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿Cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?»El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.»
ACTIVIDAD - Cuaderno
- Coloca como título: El buen samaritano
- Desarrolla, en al menos 10 líneas, qué mensaje te deja la lectura.
- Comenta la lectura con alguien de tu entorno (familia, amigos) y coloca su respuesta también.
ACTIVIDAD - 20 PTS
- De acuerdo al ejemplo de actividad de periferia realizada en clase, desarrolla lo siguiente
- En los grupos establecidos en clase, deben planificar una actividad práctica en donde se demuestre el impacto que puede tener no ver a las periferias.
- Deben traer los materiales que considere necesarios para el resto de sus compañeros.
- Se puede utilizar la clase (cuidando el orden) o la cancha.
- Presente un PDF con las instrucciones de su juego, fotos del desarrollo y 2 conclusiones por cada miembro del grupo.



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